Fue resultado del trabajo anónimo de artistas indígenas, quienes imprimieron en su obra el color, los motivos y el espíritu propio.
La Compañía fue uno de los primeros templos arequipeños en el que se utilizó el sillar. Su fachada plateresca de inspiración mestiza es bastante suntuosa, con coloridas y estilizadas ornamentaciones de pámpanos, racimos de uvas, flores, aves, ángeles y máscaras indígenas con tocados de largas plumas.
El templo presenta una estructura de dos niveles, propia de las iglesias europeas de los siglos XVI y XVII. Otros detalles arquitectónicos de interés, son las bóvedas de medio punto y las medias columnas que sostienen la planta superior. Su interior es un derroche de lujo y ornamentación, con altares dorados de estilo barroco mestizo, un hermoso púlpito del siglo XVII y más de 60 lienzos de la escuela cusqueña.
La Compañía fue erigida originalmente en 1573, siguiendo el diseño de Gaspar Báez. Pero la estructura religiosa no resistió el seísmo de 1584, siendo reconstruida a finales del siglo XVII.
No hay comentarios:
Publicar un comentario